jueves, 28 de agosto de 2008

El tren de la vida

Hoy he ido a dejar el coche al taller y cuando me volvía a casa en tren, al llegar a la estación han anunciado el mío por el andén 10. Cuando iba a preguntar por el andén, una chica se me ha adelantado y me ha preguntado lo que yo le iba a preguntar, al final hemos conseguido descubrir de donde salía nuestro tren. Además, ha dado la casualidad de que los dos ibamos a la misma estación, y como era la primera vez que ella iba allí, me ha pedido si no me importaba acompañarme ...

... no penséis mal, que sé por donde vais y no es por ahí. ¡Que la chiquilla tenía 14 años! ... ¡por favor!

A lo que iba. Hemos montado y rápidamente ha comenzado a taladrarme con preguntas, claro, que como he tenido buenos maestros, me he hecho el gallego y se las he devuelto.

Lo que he descubierto en sus respuestas no me ha sorprendido nada, pues, por desgracia, su síntoma es endémico en esa edad actualmente: desidia, profunda desidia.

No me quiero poner ahora en plan abuelillo cebolleta, que si en mis tiempos patatín y patatán, no; es cierto que yo a su edad era igual, y mis amigos también, pero, algo de miras teníamos, ¿no creéis?, no sé, al menos mirábamos al futuro con esperanza de alcanzar algo, lo que fuera, pero algo.

Por desgracia los ideales, típicos de esa edad, están desapareciendo; nos estamos encontrando a demasiados jovenes (dos ya son demasiados) que no tienen ningún ideal, que sus metas más inmediatas no pasan por mirar hacia arriba, ni siquiera al horizonte.

Pero, mayor desgracia es encontrarse a personas supuestamente maduras, que también han perdido sus ideales. Yo los perdí, sí, a mis 35 años me di cuenta que prácticamente los había perdido casi todos. A la vuelta de Calcuta fue cuando "empecé" a hacerme las preguntas tan incómodas que había conseguido esconder en el "limbo de los para luego".

Ahí fue cuando comencé a vislumbrar el estado de somnolencia al que me había sometido, solo por miedo a enfrentarme a la vida, a lo que podía venir.

Por desgracia, la juventud de ahora empieza ya adormecida, casi en estado de coma ... sí, es verdad que no todos, que la especie no esta totalmente perdida, pero ¡son tantos, que da vértigo pensar en su futuro!

Gracias a Dios, todavía hay padres que se preocupan por sus hijos y no ceden ante el aturdimiento al que se les intenta someter, y van y les espabilan en su casa. Con cariño, sobre todo con cariño, pues solo del cariño puede venir querer lo mejor para los tuyos. (Podéis ver una prueba de ello en el siguiente blog: Desde el 5º-b ).

Pero volviendo a lo nuestro, y mira que me gusta ser Pepito Grillo, ¿cómo van tus ideales de juventud?, ¿los sigues teniendo?, ¿qué esperabas de la vida?, ¿y ahora, qué es lo que esperas, sabes a que parada vas ... o solo te dejas llevar?

Ya sabes, haz silencio, sin miedo.

5 comentarios:

Luis y Mª Jesús dijo...

muchas gracias es un honor, yo tb te ficho....

Luis y Mª Jesús dijo...

He entrado en tu blog y me ha gustado mucho. Lo de padres modelo me ha llegado al alma; el modelo desde luego está mucho más allá de lo que podemos llegar, pero si es cierto que intentamos "despabilar" a nuestros hijos, y si es posible a sus amigos y a los hijos de nuestros amigos. Además es muy divertido, aunque con sorpresas; la próxima es que Carmen -la 4ª- se va un mes de solidaridad a la India. Lo primero que se me ocurre es ¿no podrías ser solidaria mas cerca?, pero... ha conseguido un billete barato y se va a un orfanato a cuidar niños por la mañana y enfermos con las monjitas de la madre Teresa por la tarde. Esperemos que vuelva bien.
´Quizá haga un post con su ida, y te pregunte algo sobre la India.
Un saludo
María Jesús

Pacopuu dijo...

María Jesús, sin ningún problema, si me dices la fecha en la que va, hasta os puedo poner en contacto con algún voluntario que ya esté allí.

Javier.

Luis y Mª Jesús dijo...

Carmen estuvo empapándose de tu blog y le encantó. Ella no va a Calcuta sino a Bombay. Me da un poco de miedo porque su punto débil es el estómago, de Uganda vino hecha polvo con algo que cogió dos días antes de regresar.
Se va el lunes y yo ya estoy deseando que vuelva
Un abrazo
María Jesús

Pacopuu dijo...

No te preocupes por si coge algo en el estómago, lo "malo" (o bueno, si se mira bien) es que coja algo en el corazón. La India tiene algo que te engancha y no te suelta de por vida.

Rezaré por ella, para que aproveche el viaje; y por vosotros, para que vuestra preocupación de padres sea más llevadera.

Javier.