jueves, 21 de agosto de 2008

Y ya de vuelta ... ¿a la rutina?

Pues fíjate tú que ya llevo una semana aquí y que parece que nunca me he ido ... antes de nada, pido perdón por la desconexión total. La vida se me ha llevado por delante y me ha sido imposible dedicarle un instante a los ciberespacios.

Lo que son las cosas, ayer quedé con unas amigas que se van dentro de nada a Calcuta, para comentar la jugada, enseñar fotos ... y ayer hacía una semana que aterricé, aunque todavía no haya tomado tierra todo lo vivido, poquito a poquito, que soy diesel.

Lo que de verdad me parece de locura es poder poner acentos y eñes y dobles interrogaciones y exclamaciones ... y no oír nada ... ¡ECO ... ECO! ... cuando he oído un claxon me ha parecido una irreverencia ... excepto cuando ha sido el de mi coche ...

Pues sí, la vuelta a la normalidad y la vuelta a las mismas cosas de siempre: las prisas, los agobios, la gente que molesta con el coche, que mira tú el tío ese que se podía quitar de en medio ... ¡anda paquete! (prefiero no reproducir las lindezas que salen por mi boquita, que todavía hay niños viendo la tele) ...

Parece mentira que haya estado hace tan solo unos días en Calcuta; pero somos así, cambiamos, pero lentamente, poquito a poquito.

Y creo que así es como debe ser, los cambios radicales no son buenos, pues nos llevan a acalorarnos y perder el sentido del cambio. Hay que asimilar los cambios, digerirlos ... hablando de digerir, nada más llegar pille otra gastroenteritis ... las ironías de la vida. Nada de que preocuparse, un día dándolo todo y como si nada.

Claro bajas la guardia, te piensas que con lo vivido ya lo tienes todo hecho y vas de sobrao. Y donde menos te lo esperas vas y picas, o la cagas. Hombre refranero, hombre puñetero, pero es que es verdad: "solo te ahogas en los ríos que conoces". Y cuando más los conoces, más desgana y mayor riesgo.

Por cierto, solo por seguir siendo puñetero, ¿cómo va tu silencio?

No hay comentarios: