domingo, 10 de agosto de 2008

Como va tu silencio?

Pues ya solo me quedan dos dias de curro ... perdon, solo me queda un dia de curro, pues magnana voy a visitar las casas que tiene un voluntario aqui. Ya os contare magnana.

Ayer por la noche me lleve a unas chiquillas que acaban de llegar y que las pobres todavia estaban aterrizando en Calcuta, a tomar unas cervezas a la terraza de un hotel. Me fui con otra voluntaria que lleva aqui un mes y todavia le queda una semana y les estuvimos contando las cosillas de Calcuta, sobre todo, haciendoles ver que al final te llegas a hacer uno mas en esta cuidad ... increible, pero cierto, soy uno mas!

La verdad es que resulto un momento muy agradable, pues hablamos de todo un poco, de lo divino y lo humano, de la experiencia de cada uno aqui, de lo que te llevas, de lo que dejas, de lo que te remueve el corazon y el alma, y tambien el estomago. Pero sobre todo de lo que recibes y que si no estas atento, te puedes perder.

La otra chica nos conto una experiencia que tuvo el agno pasado en Prendam. Estaba dando de comer a una enferma, que por lo visto las demas voluntarias evitaban, pues era muy seca y a veces hasta desagradable. Ella acababa de aterrizar en la casa y tenia todavia esa cara que nos anuncia a los demas voluntarios que estas al borde del abismo. Al retirarle el plato de la comida, la segnora se aparto un poco en la cama, como para dejarle que se sentara. Ella se sento y saco una crema hidratante que llevaba y empezo a darle un masaje por los brazos, las piernas, el cuello ... y cuando llevaba como una media hora, vio que la segnora estaba llorando.

Empezo a preguntarle si le dolia algo, pues la segnora estaba muy debil y delgada, pero como solo hablaba bengali, vio pasar a una Sister y le dijo que a la segnora le pasaba algo. La Sister se entero de que era la primera vez en su vida que alguien le dedicaba mas de diez minutos, y que habia visto en esta voluntaria a Dios. Para la voluntaria fue el comienzo de algo muy grande, para la segnora mas aun.

Estas son las cosas que te puedes llevar de aqui, si eres capaz de estar atento. Estas son las cosas que pueden hacer cambiar tu vida, si eres inteligente y tienes el corazon abierto. Pero lo bueno de esto es que no hace falta que las vivas tu, las puedes vivir a traves de los demas tambien, de su testimonio, si no acallas las preguntas que aparecen en tu interior mientras lo escuchas. Si haces silencio y te enfrentas a ti mismo, sin miedo a las consecuencias.

Porque, por desgracia, a mi lado hay mucha gente a la que nadie le ha dedicado mas de diez minutos, y a lo mejor trabajo con ellos, vivo con ellos, me cruzo con ellos todos los dias. Gente a la que me da pereza tratar. Gente que se encuentra sola en su vida, aun viviendo con miles de personas a su alrededor.

Madre Teresa, decia que la verdadera enfermedad de la sociedad moderna era la soledad. Gente que aun teniendolo todo, son pobres, por no tener a nadie con quien compartirlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Javi,
A ver si se como se te manda un "comentario".
Gracias por tus palabras, pensamientos y por compartir tus vivencias. La verdad, calan hondo.
Pero sobre todo gracias por estar ahí, por tu ayuda, por tus oraciones, por ser como eres.
Nosotros bien, preparando las vacaciones, nos vamos este sábado. A ver si "nos vemos" antes, llama cuando llegues.
Un abrazo, Jorge.

Anónimo dijo...

Hola Javi, al igual que tu me llamo Javi, soy amigo de Socorro, de San Patricio y vivo y comparto mi fe en la parroquia de Cristo Sacerdote. Tan solo queria darte las gracias, por que a través de las noticias, pensamientos, reflexiones y revelaciones que cuentas en tu blog puedes llegar a muchas personas y hacer recordar ese inmenso gran Amor primero a mindunguis como yo. Casualmente (providencialmente)este verano, en Lourdes, he tenido una experiencia exactamente igual, o a lo poco parecida, con un enfermo en las piscnas de Lourdes. Gracias por haberme ayudado a revivir ese momento tan lleno del Espíritu Santo que El Señor me regaló, muchas gracias,

un saludo,

Javier Iñigo