miércoles, 18 de junio de 2008

¿De qué te disfrazas hoy?, yo de tío plomo

La frase de hoy del periódico El Mundo es de esas que te deja sin palabras, porque lo dice todo:

"El vicio rara vez se insinuó oponiéndose a la honradez; casi siempre toma el disfraz de ésta" (Jean Jacques Rousseau).

Y vas y miras y te encuentras que sí, que disfraces hay muchos, no voy a decir demasiados por no ser alarmista, tampoco está tan mal la cosa; pero, aún así, pintan bastos. Solo tienes que mirar en la tele ... bueno, mejor no la mires, porque madre mía lo que sale de ella; hay de to y pa tos.

En una sociedad como la actual, en la que está vigente el todo vale y lo quiero ahora, se hace más palpable esta afirmación. Aunque, también, los disfraces cada vez tienen menos disimulo. Esto puede hacer más fácil discernir donde está la virtud y donde disfraz, para que no nos engañen.

Claro, que primero hay que evitar que la gente esté espabilada, y así darles sin que se enteren; para eso, primero han provocado en nosotros un desinterés por todo, nos han inundado de comodidad, de lujo asiático y cuando nos han tenido totalmente entregados, como borreguitos, se han lanzado a la presa, sin apenas reservas.

Hay un claro ejemplo de como es cierto todo esto en un anuncio que sale por la tele, uno de una crema antiedad. La trama es como sigue: en un autobús hay un chulo playa, todo pintón, sentado en un asiento y se ven a dos mujeres de pie. La criatura va y se levanta para ceder el asiento a una de ellas y esta se piensa que lo hace por pura caballerosidad y va, la tía tonta, y se ruboriza porque cree que va a ligar con ella. Pero claro, el pollo pera, a lo que va es a ligar con la otra, que se la ve más lozana. La que está sentada cambia automáticamente la cara y se dibuja en ella una decepción tremenda. A continuación, enseñan los "resultados" de embadurnarse con esa crema.

Los verdaderos resultados son crear en las mujeres, por desgracia las más vulnerables de esta ecuación, un sentimiento de que hay que estar siempre estupendas, que de eso depende su triunfo en la vida: si se ve una simple arruga toda su vida quedará avocada al fracaso ... vale es un poco exagerado, pero tampoco va tan desencaminado. En cambio en el hombre la imagen que se repite es: ¡tía buena!, así es como debe ser mi pareja y si no es así se la sienta en una silla y se le da boleto.

Fijaos en la tontería del anuncio, pero el disfraz existe y está ahí.

Yo las prefiero con arrugas y con carnaza.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Creo, San Goque, que los buenos intentáis que la apariencia de las mujeres os pase inadvertida pero a la hora de la verdad, no os pasa para nada inadvertida, y las queréis estupendas, arregladitas, guays, y si es posible un poco límite (...)

S.G. lo de la carnaza vale (sobre gustos...) pero lo de las arrugas no me parece muy sincero (aunque no te conozca). Lo siento.

Pacopuu dijo...

Querido señor altosilencio, me hace mucha gracia que me ponga entre los buenos, tremenda gracia.

Respecto a lo de mis gustos sobre las mujeres, es cierto que no me gustan las mujeres que huelan mal, que vistan con harapos y tengan tremendas deformidades, hasta ahí todo correcto, soy humano y como le digo me tira la carnaza. Y creo que de mi entrada de ayer no se puede sacar nada de lo que usted saca. El peral da peras, no uvas.

Le pido, por favor, que se vuelva a leer la entrada y me realice un comentario de texto a doble espacio. Si quiere le voy dando pistas: instrumentalización de las personas. A lo mejor por ahí puede sacar algo en claro.

Y si a usted le parece poco sincera mi apreciación sobre las arrugas, a mi me puede parecer de majaderos realizar afirmaciones sobre los gustos de otros, sobre todo si no le conoce. Yo también lo siento, y espero que no se sienta ofendido.

Fíjese que aunque usted sí me llama mentiroso, yo a usted no le llamo majadero, o simple.

Javier.